CEO de empresas dedicadas a las inversiones en Chile, socio de Deloitte y consultora estratégica en Panamá, hablamos con Cecilia Finschi de su vida y cómo salvó a un grupo de ejecutivos cuando nació la Ley SOX Sarbanes Oxley.
Muchas anécdotas han pasado desde que la chilena Cecilia Finschi comenzó su carrera profesional como auditor y contador.
El año 2002 fue un año trascendental en la carrera profesional de Finschi, cuando comenzó a realizar trabajos especiales para empresas importantes del sector energético en Chile.
Junto a su equipo, efectuó estudios minuciosos de todos los procesos de transmisión de energía y sus riesgos, estos informes se realizaban por primera vez en el país austral.
Fue una época de mucha expectativa y ansiedad para las grandes empresas del mundo.
Nacía la Ley Sarbanes Oxley, también conocida como la Ley SOX, aprobada por el Congreso de Estados Unidos en 2002.
Esta ley surgió a raíz de escándalos fraudulentos en los informes presentados por empresas como WorldCom, Enron y Tyco. Se vieron comprometidos datos confidenciales y posteriormente, todas las empresas que ven acción en el mercado de valores y que tienen transacciones con Estados Unidos están obligadas a adaptarse a esta normativa jurídica.
“El mayor hito de mi carrera fue cuando salvamos a ejecutivos de sanciones económicas y de la cárcel cuando se originó la Ley Sarbanes Oxley. Lo que hicimos fue implementar cursos muy completos para evitarles problemas porque en esa época muchas personas no estaban conscientes de las fuertes implicancias con esa ley”, afirmó Finschi.
Para ese momento, la consultora chilena destacó que tuvieron que ayudar a empresas como Telefónica a implementar la controversial Ley Sarbanes, con la destacada participación del experimentado Eduardo Roubik, socio técnico de Deloitte.
“Yo soy una profesional, esposa y madre de 3 hermosos hijos, valoro que mis padres siempre han sido muy estrictos, ha traído obviamente sus frutos”.
Sobre su éxito, la experta auditora tiene un ingrediente especial que viene desde su familia.
Su padre es de ascendencia alemana y su madre es hija de un General del Ejército chileno, ambos reflejaron en Cecilia los valores de la disciplina, que originaron un hogar de hijos profesionales en ingeniería y neurocirugía.
Actualmente, Cecilia Finschi reside en Ciudad de Panamá. Lo describe como un sitio especial donde decidió darle continuidad a su carrera profesional sin dejar a un lado su mayor riqueza, la familia.
¿Cómo describes tu trayectoria profesional?
Mi carrera profesional siempre ha sido exitosa. Desde mis primeros trabajos que fueron en Contraloría de CMPC (la mayor manufactura de Chile), en Shell Chile (también en Contraloría), Deloitte con muchos años de experiencia incluyendo trabajar para Deloitte a cargo de las oficinas de Centroamérica. En ese contexto, implementamos estrategias para mejorar sustentablemente el control de calidad, las ventas y mejorar la posición en el mercado de Deloitte. Liderar las oficinas de Deloitte en Centroamérica me permitió conocer distintas culturas y los diversos niveles de profesionales provenientes de muchos países, es una experiencia única.
¿Qué aspectos te motivaron a unirte a Deloitte y cómo ha sido tu experiencia trabajando en la firma?
Deloitte es la consultora más grande del mundo, es una firma donde haces carrera, conoces distintos rubros, aprendes a trabajar en equipo y debes esforzarte mucho para ascender y llegar a ser socio. Mi carrera fue brillante.
¿Cuál es la actualidad profesional de Cecilia Finschi?
Ofrezco consultoría estratégica a empresas de inversión y de cualquier rubro, el camino de toda empresa es mejorar sus utilidades, yo soy experta y estoy para ayudarles.
Por ese motivo no he detenido mi formación académica, culminé en 2019 el Diplomado en Manejos de Inversión en la Universidad de Chile. El diseño de las estrategias en el sector de las inversiones es fascinante pero estresante, pues debes estar encima y día a día prever los impactos de lo que pasa alrededor, en el país y en el mundo.
Mi objetivo es seguir asesorando a las empresas y preparar a los ejecutivos para aplicar una planificación estratégica e identificar los procesos críticos para conseguir aumentar las utilidades e ingresos, no pensar en disminuir las pérdidas.
¿Por qué una empresa necesita una consultoría estratégica?
Contratar asesorías tienen igual o más importancia que tener expertos abogados tributarios que te ayuden a hacer una buena planificación. La estrategia tributaria se debe enfocar en pagar lo menos posible en impuestos, adaptándonos a las leyes de cada país, siempre buscamos que los procesos sean transparentes y eficaces.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta actualmente el sector de la consultoría estratégica en América Latina?
Trabajar sobre los procesos estratégicos y riesgos específicos, dado a que muchas empresas como las Big Four están haciendo auditorías prácticamente a las empresas obligadas por los organismos regulatorios. En Panamá y otros países la auditoría otorga a la firma muy pocos ingresos, por esa razón hoy día se deben contratar especialistas en la consultoría estratégica, son muy pocos los que tienen respaldo académico y experiencia.